El acúfeno o tinnitus es un ruido o zumbido interno que solamente es audible para la persona que lo padece, ya que no lo produce ningún generador externo.
El tinnitus se clasifica en dos tipos: primario, cuando no se identifica una causa clara, y secundario, cuando se asocia a una enfermedad subyacente.
Las causas secundarias pueden ir desde problemas auditivos, como la impactación de cerumen y la enfermedad de Menière (trastorno del oído interno que causa episodios de vértigo, pérdida auditiva fluctuante, tinnitus y presión en el oído), hasta enfermedades no auditivas, como anomalías vasculares y contracciones anómalas de los músculos del paladar.
El principal factor de riesgo asociado a padecer acúfenos, y que además es evitable, es la exposición al ruido. Hay una creciente preocupación por el extendido hábito de escuchar música a gran intensidad (y durante mucho tiempo cada día) por medio de auriculares. Esta exposición determina un daño en el oído interno conocido como traumatismo sonoro crónico, que asocia sordera y acúfenos en muchas personas.
Diagnóstico
El diagnóstico lo realiza el otorrinolaringólogo. la audiometría tonal es la prueba básica para detectar alteraciones auditivas, tras una evaluación inicial con otoscopia para revisar el estado del conducto auditivo y del tímpano. “Dependiendo de los resultados, se pueden realizar pruebas adicionales, como audiometría verbal, timpanometría y otras pruebas objetivas de la audición”.
Fuente: Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello
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